La elección de una carrera universitaria es una de las decisiones más importantes a las que se enfrentan los jóvenes
Al acabar la educación secundaria, nuestros hijos han de enfrentarse al dilema de qué carrera universitaria estudiar. Para tomar una buena decisión hay que tener en cuenta varios factores, entre otros, sus intereses y sus capacidades y las perspectivas de desarrollo profesional que ofrecen los estudios.
Intereses, capacidades y salida laboral, entre los factores a tener en cuenta
Intereses
- Ayuda a tu hijo a saber qué es lo que más le interesa aprender, pregúntale con qué actividades disfruta más.
- Si averigua qué es lo que más le interesa, qué le gustaría hacer en la vida y con qué se sentiría realizado y feliz (deporte, ayudar a otros, Internet, emprender, enseñar, curar, etc…) le resultará más fácil inclinarse por unos estudios universitarios u otros.
- También hay que informarse sobre cuáles son las profesiones relacionadas con el tipo de actividades que le gustan a tu hijo. Pueden ser varias las carreras que cumplan con sus intereses y habrá qué priorizar en función de otros factores, como la salida profesional de cada una de ellas.
Capacidades
- A la hora de tomar una decisión es importante tener en cuenta no solo los gustos e intereses sino también las capacidades de nuestro hijo.
- Por mucho que quiera ser astronauta, por ejemplo, si lo suyo no son las matemáticas y la física y, por el contrario, tiene grandes capacidades artísticas, habrá que hablar con él para analizar profundamente si estudiar astronomía es una buena opción.
- Definir el objeto de estudio de las profesiones que interesan a tu hijo es básico para que sepa a qué se ha de enfrentar los años de carrera. Quizás cambie de opinión cuando sepa las asignaturas a estudiar.
Oferta laboral
- Haz ver a tu hijo lo importante que es pensar en el mercado laboral existente en torno a la profesión que le gustaría desarrollar. Si es una profesión sin mucha oferta laboral o que obliga a desplazarse de su lugar de origen para ejercerla, por ejemplo, quizás cambie de opinión.
- Son muchas las alternativas a tener en cuenta en torno a los estudios que le puedan interesar. Por ejemplo, si le gusta la fotografía pero también ayudar a los demás, puede ser reportero de una ONG. Para ello conviene que se forme como fotógrafo, pero también como asistente social y alcanzar un alto nivel de inglés.
- Es muy importante que estudie lo que le guste pero también lo que de dé trabajo en el futuro.
Costes económicos
- Es fundamental saber si la familia puede asumir el precio de los estudios universitarios antes de que el hijo tome la decisión de qué estudiar.
- También si puede acceder a algún tipo de beca y, si es así, el esfuerzo que deberá hacer el joven para no perderla y poder seguir cursando la carrera.
- Hay carreras que precisan de mucho material o que obligan al joven a desplazarse a otra ciudad y eso conlleva una serie de gastos extras de alojamiento y manutención que habrá que tener muy en cuenta.
- Puede que haya que reconducir sus intereses para que curse una diplomatura en vez de una licenciatura o una carrera que se imparta en la universidad más cercana a vuestra ciudad.
Oferta
- Una vez identificados los gustos, intereses y objetivos de tu hijo e investigado las carreras profesionales que encajan con ellos, hay que encontrar las titulaciones y los centros que mejor le van a preparar.
- Para ello habrá que tener en cuenta la duración, el enfoque y la dificultad de los estudios, la flexibilidad de la formación, las prácticas a realizar, el plan de estudios, el profesorado, el tamaño de la universidad y su ubicación geográfica, los recursos y la organización de la institución, el prestigio y el coste, entre otras cuestiones.
- Hay muchos caminos para llegar a desempeñar la actividad profesional que más interese a tu hijo y no todos son igual de rápidos, amenos o interesantes para él. Una vez que hayáis investigado juntos todas las opciones posibles le resultará más fácil encontrar el suyo.
- Y aunque algunos de sus gustos y objetivos evolucionen con el tiempo, si antes ha sopesado todas las opciones posibles en torno a la profesión que le gustaría ejercer, será más improbable que se equivoque al elegir qué carrera universitaria emprender.