Si pensamos en intentar cambiar a un adulto que es frío para que sea más afectuoso, podemos inferir que será una tarea complicada. Sin embargo, no es lo mismo con los niños, ellos están mucho más abiertos al conocimiento y no es tan complicado hacer que adquieran una conducta amigable y afectuosa para con otras personas, pero sí tenemos que enseñarles cómo hacerlo.
Estas son algunas pautas para enseñarle a tu hijo a ser más afectuoso:
- Enséñale con hechos más que con palabras.
Muchas veces los padres comunican grandes ejemplos y dan sermones a sus hijos para que se comporten de cierta forma. Pero el actuar de los padres contradice lo que ellos comunican y los niños finalmente optan por imitar a sus padres más que por seguir los consejos que ellos le brindan.
Por esa razón, la forma más eficaz para que tu hijo sea afectuoso es que tú también los sea con tu esposo/a, con otros familiares, amigos y personas que nos rodean. De ser así, los niños empezarán a ser afectuoso con otros de una forma natural.
- Trata con respeto y consideración a todas las personas, sin discriminar a nadie.
Comunícale a tu hijo que no debemos hablar mal de nadie ni en su presencia ni tampoco en su ausencia, sin importar la raza, religión, situación económica u otro aspecto que individualice a esa persona.
Además, es muy importante que tú tampoco discrimines a nadie, pues recuerda que más valen los actos que las palabras y los niños resultan aprendiendo más de las acciones de sus padres que de los sermones que ellos les puedan dar.
- Demuéstrale que ser afectuoso es más meritorio que no serlo.
Felicita o premia a tu hijo cada vez que seas testigo de hechos en los que él es afectuoso contigo u otra persona.
Puedes por ejemplo regalarle estrellitas cada vez que lo ves realizar un acto bondadoso, amigable, cariñoso, generoso, etc. O también puedes simplemente felicitarlo diciéndole bien hecho. Pero es importante que exista un reconocimiento para que él sepa que está actuando de una forma adecuada.
Otra forma de mostrarles que es mejor ser afectuoso, es leyéndole historias que dejen moralejas sobre el afecto. Esta última, les ayudará también a desarrollar el gusto por la lectura.
- Anímalo a manifestar lo que siente.
Invita a tu hijo a manifestar lo que siente y si ves que se le dificulta puedes decirle que lo escriba en una carta, o que lo represente de una forma artística. Permite que se tome su tiempo para hacerlo e invítalo a remplazar sus reacciones negativas por unas más generosas y cálidas.
- No hagas todo por él o ella, y por el contrario encomiéndale tareas en casa.
Las personas en general nos sentimos bien cuando cumplimos con una tarea, por es razón, es importante que los niños experimenten esa sensación. Además, se sentirán útiles ya que han ayudado a sus padres. Esto les permite crear una mayor sensibilidad y a crear más afecto hacia sus padres.
- Cultiva en tu hogar la ayuda solidaria.
Podrían pensar en familia cómo ayudar a una persona o comunidad con grandes falencias. Buscar posibles soluciones para esa persona o personas. Participar como voluntarios en una campaña o jornada de solidaridad sería muy enriquecedor para los niños.
Es importante que no solo los adultos terminen por proponer ayudas, sino que los niños también participen compartiendo lo que creen que puede ser útil para ayudar a estas personas.
- Ten cuidado con lo que le dices y lo que le dejas de decir.
El poder de las palabras es innegable, una persona puede sentirse feliz o triste debido a lo que alguien le pueda decir. Por eso, es muy importante tener mucho cuidado con lo que le dices a tu hijo.
Procura siempre manejar un trato afectuoso e impedir a toda costa que la relación padres e hijos, sea por medio de los gritos o vulgaridades. Además, corrige a tu hijo cuando lo escuches diciendo algo inapropiado no solo en familia sino a otro de sus amigos.
- Permítele tener una mascota.
Una mascota es una forma sencilla de despertar el amor y afecto de los niños. Esto se debe a que los niños descubren la necesidad de cuidado que tienen los animalitos y les brindan de forma instintiva protección y cariño.
No importa el tipo de mascota, puede ser un perro, un gato, un hámster, un ave o un pez. De todas formas los niños le brindarán afecto y cuidado.